Cuando se estudia la Prehistoria, la evolución del ser humano o el arte rupestre, se habla del “hombre prehistórico” que caza, que lucha, que conquista, que pinta, que crea… sin embargo, si se hace alusión a la mujer de esta época, solo aparece relacionada con la reproductividad.
Une famille à l’âge de pierre, Louis Figuier (1870).
Ellas eran las encargadas de la procreación y, además del propio parto, el proceso de embarazo y la menstruación “disminuían su capacidad de trabajo”, haciéndolas “impotentes” para defenderse. Simone de Beauvoir aseguraba que era una conjunción del factor biológico, del ontológico y del cultural la que llevó al sexo femenino a un estatus inferior.
Ilustración de Eduardo Saiz Alonso
Para ella, la sociedad comienza a ser patriarcal en el momento en el que se crean las armas y las herramientas agrícolas, es decir, desde el paleolítico: “en la humanidad, la superioridad no la tiene el sexo que engendra, sino el que mata”, por lo que el varón, siempre asociado a los conflictos bélicos, portador de esas armas, sería superior a la mujer, siempre atada a la maternidad.
Por esta razón, Simone vincula la subordinación de la mujer con el factor reproductivo. No obstante, cuando el ser humano pasa a llevar una vida nómada, la lucha hostil se relega y la figura del neonato adquiere un componente sagrado; consecuentemente, también lo hace la maternidad.
Al rodear la procreación de un halo místico, la mujer está destinada al sedentarismo, al hogar, mientras que son ellos los que se ocupan de la caza. Esto provocaría que aparezcan divinidades femeninas como emblema de la fecundidad (las venus).
En ocasiones, la idea de “proteger” a la mujer y a los descendientes era positiva, ya que la mujer se situaba en una posición elevada, casi sagrada; sin embargo, en la praxis, solo supuso una inhabilitación de la mujer para realizar las mismas actividades que realizaban los varones.
Esta es la hipótesis que sostiene la filósofa francesa. Sin embargo, recientes hallazgos arqueológicos han advertido que la historia quizás no haya sido como nos la contaron.
En la Cueva de Chauvet aparece la más antigua imagen de la mujer, representada a través de su sexo: el dador de vida. Es la única representación antropomórfica de la cueva y se ha querido ver en ella un gran triángulo, asociado al pubis, y unas piernas.
En la cueva de Tito Bustillo se haya el conjunto pictórico conocido como “Camarín de las vulvas”, debido al gran número de representaciones sexuales femeninas que se encuentran entre sus paredes.
En la cueva de Ojo Guareña (Burgos), las representaciones son más esquemáticas, en forma de triángulo, aludiendo de nuevo al sexo femenino. Y en Altamira se ha relacionado la postura encogida de los bisontes con el parto, y los signos claviformes con las mujeres.
Siempre nos hemos imaginado, o nos han explicado, que detrás de estas representaciones se encontraban unas manos masculinas. La arqueóloga Marylène Patou Mathis, sin embargo, contrastó en su trabajo que la historia de la “evolución del hombre” o el “hombre prehistórico” nacen de un lenguaje sexista contemporáneo, pues no hay evidencias arqueológicas que confirmen estos roles de género. Es decir, hemos supuesto el género de la autoría, cayendo, una vez más en la invisibilización de la mujer.
La arqueóloga asegura que las mujeres se dedicaban a tareas que requerían fuerza física; comparó los esqueletos de las mujeres prehistóricas hallados en Centroeuropa con el de una campeona de lanzamiento de peso.
Otros arqueólogos han advertido que entre las numerosas representaciones de manos, un gran porcentaje corresponde a mujeres: “las mujeres suelen tener los dedos anular e índice aproximadamente de la misma longitud, mientras que el dedo anular de los hombres suele ser más largo que el índice”.
En definitiva, como dijo Simone de Beauvoir, una no nace siendo mujer, sino que se convierte en ello al vincular una serie de rasgos y actitudes con un sexo determinado, dando lugar a los roles de género.
La ilustración científica ha hecho invisible a la mujer”. “Preguntando a los niños se pone de manifiesto que, al no ver a las mujeres en las imágenes, creen que en aquella época sólo había hombres. Desde la publicación de la primera representación científica de un ser prehistórico en 1873 hasta la actualidad, predominan las imágenes masculinas. Esto nos hace pensar que los machos son el motor de la evolución y los únicos protagonistas de la Prehistoria. Pero, ¿por qué no mostrar los dos sexos y su colaboración en las ilustraciones para hacerles comprender que ambas han sido claves en la supervivencia de la especie?” (Vega Asensio Herrero).
Ellas también eran cazadoras y recolectoras, no solo madres. No existen evidencias de que las mujeres no participasen en la guerra, que no pintasen o que no cazasen, así que, ¿por qué las vamos a omitir de la historia? "El hombre prehistórico era también una mujer".
Bibliografía utilizada y recomendada:
Agirre Ruiz de Arkaute, Aitziber (2021). Reescribiendo la evolución humana. https://zientzia.eus/artikuluak/giza-eboluzioa-berridazten/es/
Butler, Judith (2007). El Género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad.
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El origen de la opresión de las mujeres según Simone de Beauvoir. https://generoyeconomia.wordpress.com/2017/03/26/el-origen-de-la-opresion-de-las-mujeres-segun-simone-de-beauvoir/
Fatás Monforte, Pilar; Martínez Llano, Asunción. Una reflexión sobre la presentación de la mujer paleolítica en el Museo de Altamira. https://www.culturaydeporte.gob.es/mnaltamira/en/dam/jcr:ec08245b-fc5a-4ec0-9e96-07123701279a/fatas-martinez-2014-mujer-paleolitica-altamira.pdf
Firestone, Sulamith (1976). La dialéctica del sexo.
Hughes, Virginia. Los artistas prehistóricos podrían haber sido mujeres. https://www.nationalgeographic.es/ciencia/los-artistas-prehistoricos-podrian-haber-sido-mujeres
La invisibilidad de la mujer prehistórica. https://elfeminismo.com/la-invisibilidad-de-la-mujer-prehistorica/
La sexualidad y el erotismo a lo largo de la historia(2015). “La representación de vulvas en la Prehistoria”. http://historsex.blogspot.com/2015/03/la-representacion-de-vulvas-en-la.html
Mayor Ferrándiz, Teresa Mª (2011). La imagen de la mujer en la Prehistoria y en la Protohistoria. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5145599.pdf
Millet, Kate (1995). Política Sexual.
Patou-Mathis Marylene (2021). El hombre prehistórico es también una mujer: Una historia de la invisibilidad de las mujeres.
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